jueves, 16 de abril de 2009

rotura fibrilar



La rotura fibrilar supone, como su nombre indica, una rotura en mayor o menor grado de las fibras musculares que componen un músculo.

La causa principal suele ser por un esfuerzo intenso y explosivo que pilla al músculo poco preparado y no aguanta la tensión soportada y acaba rompiéndose. Aunque también una buena contusión puede provocarla. El calentamiento y saber regular la intensidad cuando el músculo está fatigado son factores muy a tener en cuenta para evitar este tipo de lesiones.

Los síntomas cuando se produce una rotura de fibras es un dolor punzante e intenso, el llamado signo de pedrada. A continuación aparecerá dolor a la contracción y a la palpación, inflamación y hematoma, dependiendo de la gravedad de la rotura. Lo primero ante estos síntomas es parar la actividad, por poca gravedad que pensemos que tenga la lesión, sino podemos agravarla aún más.

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